La independencia de Finlandia
En 1917 Finlandia gozaba de un sistema político desarrollado y autonomía. El Gran ducado de Finlandia formaba parte del Imperio ruso desde 1809 y estaba dirigido por un gobernador general asignado por Petrogrado como máxima autoridad del Gobierno finlandés, llamado Senado. Tras la revolución de 1905, Finlandia también vio reconocido el derecho a elegir su propio Parlamento (el Sejm).
El sistema electoral de Finlandia era entonces uno de los más progresistas del mundo. Por ejemplo, las mujeres tenían derecho al voto. Sin embargo, el Sejm se encontraba bajo una fuerte presión del gobernador general.