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El cine y la Revolución

En 1917 en el Imperio ruso había unas 4.000 salas de cine, 40 de ellas en Moscú. La Revolución suprimió la censura en las películas y los intentos del Estado de involucrarse en el proceso de producción.

Poco después de los acontecimientos de febrero se proyectaron varios filmes sobre el tema de la Revolución. Entre ellos 'Campana a rebato' y 'El revolucionario', dirigidos por Yevgueni Bauer, uno de los pioneros del cine mudo que murió en junio de 1917; 'Renunciemos al viejo mundo' y 'Bajo los escombros de la autocracia zarista' de Viacheslav Viskovski o 'Andréi Kózhujov' de Yákov Protazánov.

Lo espectadores mostraron un gran interés por los noticieros cinematográficos y los documentales. A mediados de 1917 empezó el rodaje de una de las películas mudas rusas más importantes: el drama de Protazánov 'El padre Sergio'. Entre marzo y abril fueron vendidas, solo en Moscú, más de 8 millones de entradas.

El taller de cine de Aleksandr Janzhónkov, fundador de industria del cine en Rusia. Moscú, 1916. RIA Novosti.
El taller de cine de Aleksandr Janzhónkov, fundador de industria del cine en Rusia. Moscú, 1916. RIA Novosti.
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Pero en otoño la situación cambió a peor, pese a que tras el encarecimiento de un 50% de las entradas la industria cinematográfica rusa ganó en 1917 la increíble cifra de 200 millones de rublos. A finales del verano estallaron huelgas de empleados y debido a los apagones de energía empezaron a clausurarse salas de cine y a pasar a jornada reducida.

Un intento importante para salvar el cine fue emprendido por el director y productor Alexandr Janzhónkov. En la primavera de 1917 su empresa se mudó a Yalta, donde nació su famoso estudio de cine ‘Yáltinskaya’.